jueves, 18 de noviembre de 2010

Paréntesis (Condena)

La reunión había comenzado cuando paso por las columnas que hacían de entrada de aquella sala, aunque no sabía cómo había llegado allí, ni por qué, más precisamente no recordaba muy bien que había pasado antes de cruzar aquel umbral. Shiro miró a todos los asistentes tranquila y pausadamente, ya que para él el tiempo no fluía, o por lo menos no de la misma forma que para el resto, ni siquiera de la misma forma que los allí presentes lo hacían. Pocas veces se llamaba a reunión y nunca había sido por situaciones buenas. La primera fue por el olvido que las Razas Ancestrales sentían hacia ellos, más tarde conocido como el Declive Divino, cosa que no podía ocurrir, cosa que no estaba destinada a ocurrir, o así lo querían creer ellos. La segunda fue por la Invasión, que llevo a la extinción de la Segunda Raza y el Sufrimiento del planeta. La tercera fue la decisión de volver a crear otras razas para que poblasen lo que quedaba de aquel devastado planeta y así poder seguir siendo adorados por alguien. Se había entretenido mucho recordando sin darse cuenta de que estaba plantado delante de todos los demás sin decir nada.

   -Perdón me he acordado de algo y me he ensimismado.- Algo pasaba, los demás sabían algo que él no.
   -Siéntate Shiro, hemos de comenzar la reunión, no todos tenemos tu tiempo.- Había hablado Drac. Se trataba del avatar del orden y la rectitud, y como tal, lo reflejaba en su tono de voz firme y en su forma de ser. Ahora se presentaba como una armadura blanca y solida pero su imagen favorita y la presentada a los mortales era un dragón alado de color terroso.-Ya que estamos todos podemos empezar, hablare yo primero y después seguiremos un orden hacia mi izquierda, ¿alguna duda?-Su orden había comenzado a asomar en la diáfana sala.
   -Prefiero un debate de ideas expuestas rápidamente y en alboroto.- Esas voces eran la de Mhinoss, o tal vez la de Klran, no lo sabía bien, pero Shiro estaba seguro que era el avatar del caos el que hablaba, aunque a veces apareciese como un minotauro y otras como un anciano envuelto en túnica, lo cual le extrañaba, al contrario que su caótico domino, siempre había mantenido la misma forma.
   -Pues adelante, votemos pues por la forma de exponer las ideas de esta reunión, primero…
   -¿Otra vez intentando hacer las cosas con un orden?- El caos personificado atacaba de nuevo…
   -Tranquilidad, lo haremos como Drac quiere pero Klran podrá interrumpir cuando quiera para que haya cierto caos, ¿de acuerdo?- La voz de la sabiduría, Eghena, siempre con su mismo avatar incorpóreo pero inconfundiblemente femenino, había dado comienzo al autentico debate.
   -De acuerdo.- Ambos dioses se dieron por contentados antes este veredicto, no eran tan estrictos como querían hacer creer a los mortales. Shiro escudriño la sala una vez mas mientras Drac comenzaba a sacar a la luz sus argumentos e ideas. Era una sala sin paredes, solo delimitada por las columnas en las que estas terminarían si aun existieran, ¿o acaso todavía no se habían construido? Shiro llevaba varios días notando cosas extrañas, como si viviera en tiempos distintos al mismo tiempo, pero no, eso no podía ser, se respondió a sí mismo. Alguien le llamo la atención, era Saliar, Gran Cazadora y Resguardo de viajeros, en su joven y eterno cuerpo femenino.
   -¿Qué decías Saliar? No estaba atento lo siento.
   -Que si tienes algo que decir ante las acusaciones de Drac.
¿Acusaciones? ¿De qué estaban hablando? Era la primera vez en… en… Shiro no atino a decir una medida de tiempo acertada en su cabeza, lo cual le extraño aun teniendo una percepción distinta del tiempo, podía medirlo perfectamente en baremos tanto propios como ajenos.
   -¿De qué acusaciones habláis?
   -De lo que te lleva pasando tanto tiempo y de lo que por tanto llevas haciendo dicha cantidad de tiempo Shiro, no te hagas el loco ahora.- Drac hablaba calmadamente, pero más serio que cuando decidió concederle el poder a Mhinoss… ¿Eso cuando había pasado? ¿No era Klran ya uno de los originales? ¿Espera, era de los originales Klran o Mhinoss? Esto no le estaba gustando.
   -No sé de qué me hablas Drac, ¿podrías refrescarme la memoria?- Y ya de paso me aclaras el que me pasa, pensó nerviosamente Shiro.
   -¿De qué va a ser? De tu desobediencia, de tus amenazas y de tus “visiones proféticas”.
   -No tengo ni idea de que me hablas Drac, ¿seguro que no te los estas inventando o malinterpretando alguna broma que te haya hecho?- Seguramente diría la verdad, el humor de Drac era de los mejores y siempre captaba las bromas, pero tenía miedo de que fuera verdad lo que estaba diciendo.
   -No soy el único de aquí que ha vivido esas situaciones en tu presencia Shiro. Klran también lo ha hecho y Saliar, incluso los Cuatro Hermanos te han oído y sabes que pocas veces se alarman ante algo.- Drac siguió enumerando más y más testigos que habían sufrido y/o oído todo por lo que se le acusaba.
   -Sigo sin saber de qué habláis, me gustaría tener alguna prueba un poco más sólida si voy a ser condenado por algo  y tú mismo deberías de saberlo, ¿no, Ordenado y Recto Drac?- Había que ponerse a la defensiva para averiguarlo todo o no tendría forma de estar tranquilo el resto de la… ¿eternidad?, si la eternidad.
   -¿Quieres pruebas? ¡Toma tus jodidas pruebas demente!- Mhinoss se levanto de su asiento y lanzo a Shiro un montón de recuerdos de todos los allí presentes para que los examinara. Había recuerdos donde se unían para formar el mundo, recuerdos de las Razas Ancestrales, de la Invasión, de…, de…
   -Aquí hay recuerdos del futuro, ¿cómo los habéis conseguido? Solo yo puedo navegar en el tiempo y solo yo puedo conocerlos, por lo que estáis rompiendo las normas que vosotros mismo me impusisteis poco antes de la creación de las Razas Ancestrales.
   -¿De qué hablas Shiro? Claro que todos estos son recuerdos del futuro, mismo nos los has dado por tu propio miedo y no se ha que te refieres con las normas que te impusimos, esta es la primera vez que nos reunimos como Panteón y es para aclarar esto.
    ¿La primera vez que nos reunimos como Panteón? ¿De qué hablan? Habíamos tenido ya varias reuniones antes, las Razas Ancestrales, la  Invasión, las nuevas razas, la ascensión de Mhinoss, mi destierro… Y de pronto todo cobró sentido, la sensación de vivir en tiempos distintos no estaba muy alejada de la realidad, estaba viendo todo lo que había sucedido y todo lo que iba a suceder como si él estuviera y como si todo fuera ese mismo instante, por eso la mezcla de Mhinoss y Klran, por eso el pensamiento de las paredes, por eso esta reunión.
   -¿Esta es la primera reunión verdad?- Tras respirar hondo siguió.- Esta reunión es en la cual se me destierra del Panteón. Esta es MI reunión, ¿verdad?
   -Si, esta reunión la convocaste , para que lo decidiéramos nosotros.- Habló Kyuba, avatar de la muerte y la vida, un fénix de color negro que se encontraba posado sobre el respaldo del asiento.- Sabemos todo lo que va a pasar en esta reunión porque mismo nos lo dijiste y porque querías evitar que pasara.
   -¿Qué pasara el qué?- Shiro estaba empezando a sentirse demasiado incomodo, ellos sabían cosas que no deberían saber y que él sí.
   -Querías evitar volverte loco  y que fuera demasiado tarde para todo.
   -¿Y cómo pretendo hacerlo?
   -Eso no te incumbe, mismo nos dijiste que sabrías lo que necesitases saber, al igual que nosotros.
   -Pero si soy el más joven de todos y el más inexperto ¿qué daño puedo causar?
   -Eres el que no s reunió aquí y el que puedo eliminarlos, eres el más viejo, el más joven, el más sabio, el más inexperto, eres el avatar del tiempo y no puedes controlarlo todo.- Ahora el que habló fue Vlojen, el avatar de la suerte.
   -¿Y quién eres tú para decidirlo? La suerte y el tiempo están cortados por el mismo patrón.- Shiro empezaba a enfadarse cada vez más.
   -La suerte no es más que una parte pequeña y no esencial de la vida, el tiempo, lo es todo de todas las cosas.
   -Pues al infierno con vosotros y con el tiempo.- Shiro lanzo un recuerdo despectivo del futuro hacia los allí reunidos en el que se veía lo que pasaría durante la Invasión.- Ese será vuestro puto final.- Aun sin saber si ellos lo sabían, nunca venia mal un farol de última hora.
   -Pues si ese es nuestro final que así sea.- Drac se alzo.
   -No dejaremos que sea tan ordenado como ellos planean.- Esta vez vio claro que el que hablo fue Klran. El resto de los allí presentes, habiendo participado o no, se fueron alzando uno a uno para oponerse al furioso avatar del tiempo, sabiendo que hacer, ya que el mismo sin saberlo, se había sentenciado hace tiempo así mismo ayudándolos a ellos.
   -Sabed que aunque me haya traicionado a mí mismo, jamás podréis contra .- Shiro como avatar y señor del tiempo, como el barquero de las aguas temporales fue arrebatando los recuerdos que no pertenecían a esta época y que el mismo sin saberlo había conferido a sus antiguos compañeros y poco a poco fue averiguando que había pasado durante todo lo que reconoció como el tiempo antes a esta reunión: Se veía a sí mismo hablando con los diferentes avatares de sus compañeros de los peligros que entrañaban sus proyectos, de los fallos que habría, de lo que él haría si fuese necesario, de cómo y cuando los mataría, de cómo se había inmiscuido en los campos de poder ajenos para moldearlos para que las cosas no pudieran llegar a funcionar, de cómo los había traicionado a todos y de cómo en un momento de supuesta lucidez, les había rogado que lo desterraran en esta asamblea para, entonces, recordar lo más importante, Las Puertas; unas puertas gigantescas guardando un horror inimaginable tanto para ellos como para mortales, un horror que no estaría allí de no ser por ellos, un horror que había que eliminar y no ocultar y frente a Las Puertas, un hombre.
   -Así que era esto lo que planeaba, ¿no? Perfecto.- Shiro supo entonces todo lo que pasaría y se dejo desterrar sin oponer resistencia.- Vosotros os lo perdéis.
   -Lo sentimos mucho, de vedad.- Todos estaban atónitos ante su nula resistencia y sus últimas palabras, pero ejecutaron el castigo, le desposeyeron de su dominio, de su tiempo y lo confinaron en una roca en lo alto de un risco de aquel planeta que acababan de crear, aquel planeta que el tiempo nunca quiso, que el tiempo nunca ayudó. El tiempo fluyo sin dueño por toda la existencia sin nadie que pudiera evitarlo.
   -No, no lo sentís, solo cumplís vuestra condena.- Shiro sonrió y cayó en silencio en su eterno encierro.

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