jueves, 19 de agosto de 2010

Paréntesis (Coliseo)

Lo empujaron a través de las verjas de la puerta y después de mucho tiempo en un calabozo, vio la luz. Vio un gran coliseo, todo el mundo estaba expectante por la lucha que se avecinaba. La arena en la que se encontraba desprendía calor y olor a sangre. Miles de gladiadores habían muerto en ese mismo lugar, miles de esclavos habían sido sacrificados en ese lugar. Alzo la mirada y vio ocho columnas en los bordes de la arena, encima de ellas había arqueros preparados para eliminar a cualquiera que intentara escapar. En frente suya estaba el palco donde se encontraba el tipo que había hecho que estuviera encerrado, un ser gordo y rico. Sonrió hacia sus adentros pensando en que era un estereotipo de persona rica el que le había encerrado, lo cual en verdad no le molestaba, alojamiento y comida gratis, pero eso de encadenarle le había jodido bastante, no le gustaban las cadenas, por lo menos atadas a él. Debajo de aquel palco, había otra puerta con verjas de la cual empezaron a salir más gladiadores, lo cual le hizo pensar: “¿Soy el único al que no le han dado un arma y una armadura?”. Acto seguido el estereotipo de rico acomodado se alzo y hablo:
   -¡Queridos ciudadanos, hoy veremos como el ser que ha azotado nuestra amada región durante tanto tiempo ahora está aquí, como un esclavo listo para ser sacrificado, que empiece la diversión!- El público vitoreo aquellas palabras como si fueran dichas por un ser supremo mientras, el “esclavo” empezó a darse cuenta de que iba todo el asunto.
   -Estooooo, perdonen…-comenzó a decir pero nadie le oía, todos estaban ya demasiado ocupados apoyando a los gladiadores.
   -¡Que no se dé que hablan, que se han equivocado, ¿Me oye alguien?!-
Los gladiadores empezaron a correr hacia él dispuestos a “sacrificarlo” por el bien de la región. El primero en llegar lanzo un tajo con su espada listo para cortarle el cuello, “esclavo” se agacho y le dio un puñetazo en los huevos y un cabezazo en la barbilla. El gladiador soltó su arma que “esclavo” recogió y clavo en la yugular de este. La sangre le salpico en la cara.
   -Mi…er…daaa!!!- “esclavo” lamio la sangre instintivamente y de repente todo dejo de importar. Lamio la espada para poder saborear más sangre. Los gladiadores se quedaron paralizados un momento, pero acto seguido siguieron avanzando con tal de acabar con aquel monstruo que había asolado sus queridos territorios. “Esclavo” llego a la altura del resto de gladiadores a paso firme. Empezaron a rodearlo esperando un buen momento para atacar. Uno de ellos lanzo un tajo vertical por su espalda, “esclavo” dio un paso al lado haciendo que la espada quedara clavada en el suelo, de una voltereta “esclavo” le dio una patada en la barbilla al gladiador haciendo que cayera de espaldas inconsciente. Recogió la espada clavada en el suelo y le corto el cuello.
   -Sangre…-
Los gladiadores lanzaron un ataque conjunto desde todos los puntos del circulo que formaban, no había escapatoria posible para nadie que se encontraba en el centro, nunca lo había habido, nadie había sobrevivido a esa formación de ataque, pero antes nadie había conseguido matar a un gladiador estando en inferioridad. “Esclavo” lanzo las espadas hacia dos gladiadores  que terminaron con ellas clavadas en sus respectivas cabezas y se agachó. Los gladiadores que seguían vivos seguían avanzando en la formación circular hacia el centro para convertir a ese bastardo en un colador mientras veían horrorizados como dos compañeros más caían inertes, cuando quisieron darse cuenta, el esclavo se había agacho dejando el hueco exacto para que los gladiadores se trincharan entre ellos. Un par de ellos acabaron muertos por espadas amigas, el resto viendo tal insulto a su inteligencia, fuerza o lo que fuera, entraron en una rabia descontrolada y empezaron a lanzarle tajos a “esclavo”. Este empezó a rodar por el suelo esquivando un espadazo tras otro hasta coger de nuevo un par de espadas de las que se encontraban entre los cadáveres, lamio la sangre de estas y se levanto.
   -No está bien matar a alguien con la sangre de tu anterior victima aun en el arma.- acto seguido sonrió y corto un par de cuellos más. Los gladiadores restantes empezaron a comprender porque ese ser había sido tan terrorífico. Tenía algo extraño en su mirada y como no, en su sonrisa también. “Esclavo” miro a los tres gladiadores que quedaban en pie y avanzo a por el más cercano. El gladiador lanzo un ataque desde su hombro izquierdo hacia la pierna izquierda de “esclavo”, que dio un paso atrás y cortándole las manos al gladiador de un espadazo. El gladiador cayó de rodillas gritando del dolor y viendo como de sus muñecas manaban regueros de sangre. “Esclavo” se arrodillo y empezó a beber la sangre que salía de las muñecas, la gente en las gradas ya no emitía sonido alguno, todo era un silencio sepulcral solamente roto por algún sonido de alguien vomitando. “Esclavo” se levanto y agarrando la cabeza del moribundo gladiador susurro algo y se la cortó, dejándola junto al cadáver. Los dos gladiadores que quedaban en pie arrojaron sus armas y se arrodillaron pidiendo clemencia, “esclavo” les escupió y arrojo las armas.
   -No sois más que escoria muerta de miedo, ellos por lo menos han hecho lo que venían a hacer, morir luchando a mis manos.
   -No habíamos venido a eso, habíamos venido a matarte por todo lo que hiciste.- le respondió el gladiador.
   -Pues entonces son más estúpidos de lo que pensaba.- Acto seguido les quito los cascos a ambos gladiadores y les partió los cuellos.-No quiero vuestra sangre.-
La gente empezó a emitir sonidos de terror a la vez que empezaba a huir del coliseo. El rico y gordo anfitrión dio la orden de matar a ese bastardo que había arruinado su espectáculo. Los arqueros empezaron a disparar. Ninguna flecha acertó en “esclavo”, todas caían a su alrededor como si hubiera algo que impedía que llegaran a su objetivo. Cogió una en el aire como si se tratara de un papel flotando en el aire y lo lanzo al palco, dejando al anfitrión clavado a su asiento por un brazo mientras gritaba de dolor. “Esclavo” se acercó a una de las columnas, y usando sus espadas empezó a escalarla y una vez en la cima tras haber matado al arquero y tirado su inerte cuerpo a la arena, empezó a matar a todos los arqueros a flechazos. Una vez todos muertos bajo de la columna y se dirigió al palco. El anfitrión estaba desesperado, cada intento de sacarse la flecha le hacía gritar más. “Esclavo” llego a la puerta por donde salieron los gladiadores, justo debajo del palco donde estaba el anfitrión. Dejando las espadas en el suelo, empezó a escalar por los ladrillos como podía y una vez arriba, le arranco la flecha del brazo. El anfitrión empezó a gritar mientras la sangre emanaba de la herida.
   -Dioses, que sangre tan endeble y podrida tienes, pero bueno, ya que querías esto, te lo concederé por el buen rato que me has hecho pasar.-
   -Pero… yo no quiera esto, yo…, yo…, yo lo que quería era acabar contigo por todo lo que nos has hecho.-
   -Yo no hice nada que no fuera sobrevivir y defenderme y por esto ahora tendrás lo que en el fondo de tu ser anhelas.- Acto seguido le arrancó la yugular de un bocado y mientras la sangre chorreaba por su boca y cuello, saboreo todo el espectáculo.
   -Es la hora de matar, y tú has elegido jugar con el único que no puede morir. 

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